Parece increíble que Independiente gane más partidos de visitante que de local. Sólo obtuvo tres puntos en casa en este semestre y fue el 1 a 0 con Almirante Brown.
La Lepra en el Gargantini, desperdicia las pelotas paradas que tiene, no remata de media distancia y no genera situaciones claras de gol. Y cuando logra pisar el área, falla en el último toque o define mal los tiros al arco.
Así, el rival se para unos metros más adelante, porque el "azul" no es punzante y se anima a mirar el arco del local. Aprobecha las distracciones y los espacios del fondo y muchas veces se lleva los tres puntos a su casa.
El último episodio, si bien fue distinto, porque la CAI se conformaba con el empate, el equipo mendicino no lo inquietó demasiado, menos aun generó espacios para romper con el bloque del "azurro" y dependía demasiado de un Fileppi de muy mala tarde.
Afuera de Mendoza se ve un equipo más ordenado, sin apuros y aprobechando las situaciones que genera. Ya bien, de pelota parada (en Tucumán) o incluso, aprobechando los errores del rival (en Rafaela).
¿Es una cuestión psicológica? ¿Existe eso de que los jugadores juegan más "sueltos"? o ¿es una mera cuestión de rachas negativas?
Por lo pronto, ahora visita a Ferro que viene de ganarle 3 a 0 a Chacarita de visitante, y luego deberá resolver cuanto antes la deuda en su localía porque recibira Deportivo Merlo, visitará al Funebrero y las últimas dos fechas con Patronato y Boca Unidos, buscará evitar la promoción en casa.